Purmamarca, Jujuy

                  Luego de descansar en Guemes, continuamos viaje hacia San Salvador de Jujuy sin inconvenientes mayores, salvo por algún que otro desvío, por reparaciones en la ruta o alguna manifestación en algún pueblo.
                 En San Salvador debíamos realizar algunos tramites antes de salir de Argentina. Era la ultima ciudad grande en que estaríamos, antes de ir hacia el Paso de Jama. Realmente es una ciudad muy bella, con construcciones que datan de la época colonial.


              Tomamos varias fotografías alrededor de la plaza Gral Belgrano y luego de finalizar los tramites, seguimos viaje hacia Purmamarca, distante 65 km.


           El sol de la mañana se perdió entre las nubes cargadas, que nos acompañaron durante el viaje. La ruta en esos lugares, esta rodeada de paisajes y mucho verde al costado de la banquina;  Al ir subiendo, comienzan las grandes curvas entre los cañadones. Es de resaltar los diversos colores en tonos del rojizo al beige, del marrón al gris que componen las distintas sierras; algunos colores violeta también, y suponemos que los días de sol la diversidad debe ser mayor.






                 En algunas curvas era una obligación detenerse a tomar algunas fotografías... las nubes nos rodeaban como si fuesen olas en un mar del cual emergíamos a través de la ruta. En cada una de ellas, un paisaje distinto nos asombraba.. Antes de llegar, el sol apareció muy suavemente. La ruta parece una autopista, muy bien mantenida y señalizada. En un control de Gendarmeria, vimos el 1º micro de larga distancia que estaba siendo controlado al provenir de Bolivia. Muchas personas oriundas de ese país, a juzgar por sus vestimentas típicas. Unos kilómetros mas adelante, encontramos el desvío a Purmamarca, un pueblo que  quitando los vehículos estacionados y los turistas con modernas cámaras digitales, parecería un lugar donde se detuvo el tiempo.. En lengua Aimara, significa "Pueblo de la Tierra Virgen". Calles angostas, casas de adobe, ancianos sentados en las veredas, sierras, y en un costado ..el cerro de los siete colores, una belleza inigualable, construido por movimientos tectònicos a lo largo de millones de años, . Turistas de todo el mundo caminan sus calles, los carteles de las posadas y los restaurantes.. en castellano e ingles, contrastando con ese paisaje tan Argentino, tan de provincia. El turismo es el principal ingreso del lugar y es bien aprovechado. Sus habitantes son amables, educados, y mantienen la humildad heredada de aquellos que nos precedieron; y pudieron transmitírsela sin que sea  empañada por el avance atropellador de las grandes urbes. La iglesia del pueblo data del año 1648 y fue declarada Monumento Histórico Nacional.

                      Conseguimos alojamiento en una casa de familia, que como muchas  ya están adaptadas para recibir turistas.
                     - No busquen lujos aquí... nos dijeron, pero lo único preocupante no era, si había baño privado, aire acondicionado ò TV.. lo que nos preocupaba era si las motos, entraban en el pequeño patio interior..! Comprobamos que las podíamos acomodar, así que nos instalamos y después nos fuimos a almorzar unas empanadas típicas.








Uno de los pueblos màs bellos de Jujuy y quizás de Argentina..

                      El camino hacia El Paso de Jama, frontera con Chile, sale por "atrás" de Puermamarca, por lo que no conoceríamos la Quebrada de Humahuaca, Patrimonio Natural y Cultural de la humanidad; por lo que, decidimos realizar el corto trayecto  durante la tarde,  con las motos descargadas. Iríamos   y volveríamos en unas tres horas. Salvo el mate, no llevaríamos nada de equipo. Fue un error...