Llegando a Lima, y luego continuando hacia al norte..

Salimos de Nasca pasado el mediodia. Pusimos rumbo a Lima; luego de tomar algunas fotografias en el
cartel "Lineas de Nasca"  de la ruta Panamericana,  seguimos por el desierto, con viento de costado,
arena finita y mucho calor.

En la Ruta que atraviesa las Lineas de Nasca, yendo hacia Lima
Luego pasaríamos por pueblos como Ica, Chincha Baja, Maia y varios  mas.

En un control de transportes al sur del ingreso a Lima

Luego de viajar toda la tarde y compartir el agua caliente para beber ....llegamos a Lima; Casi oscureciendo.. la ruta se transformo en una autopista de cinco carriles inundada por un mar de vehículos. Y si hasta ese momento, estábamos sorprendidos por el transito que veníamos encontrando en Peru, alli en Lima, nos sorprendió la marea de autos que a duras penas nos dejaban ir por donde queríamos.. Logramos salir en un costado de la autopista y estacionar. Luego, mientras Claudio y Hugo buscaban a pie un hotel, la noche nos recibió a Hector y a mi cuidando las motos, hasta el regreso de ellos. Paso una hora y luego vinieron con las indicaciones para regresar unos trescientos metros hasta un hotel. Nos subimos a las motos y continuamos buscando una salida, pero solo logramos salir un kilómetro mas adelante y terminamos en un barrio de muy mala reputación. Encima que era de noche, sin GPS, sin conocer
absolutamente nada y sin ningun mapa.. Nos detuvimos y consultamos a algunos transeuntes, pero la respuesta no fue alentadora. Solo que saliéramos de esa zona porque era muy peligrosa; y las motos cargadas, eran una tentación para cualquier delincuente..El problema era que la unica forma de salir era a través de otro barrio (una villa) mas peligroso aun, así que nos recomendaron quedarnos en un hotel hasta que amaneciera  y luego si continuar hacia el centro de la ciudad, en donde debíamos buscar las agencias oficiales de BMW y Honda para hacer los services.
              Enfrente nuestro habia un hotel alojamiento, nos dijeron que era seguro pero no tenian lugar para guardar las motos, y dejarlas en la calle era arriesgarse a perderlas. Solo tenian un local de tres metros por cuatro de ancho con una persiana metálica hacia la calle, lleno de cosas viejas y bultos. Lo limpiamos, sacamos casi todo y luego de ayudar entre todos, (algunos vecinos también) logramos entrar las motos y asegurarlas allí. Bajamos la persiana metalica (que permitia ver todo hacia el interior) y nos fuimos a descansar un poco hasta el otro día.  Esa noche hizo mucho calor, mucha humedad y los mosquitos
estuvieron de fiesta con nosotros..
Al otro dia nos levantamos temprano, mirando por una ventana del fondo del hotel, observamos que había un descampado.. estabamos en la periferia de la ciudad!

         

    Sacamos las motos, cargamos todo y buscamos volver a alguna autopista. De dia fue mas facil regresar al centro, y preguntando logramos llegar a la  Agencia oficial de BMW. Mientras Claudio y Hugo dejaban sus motos, me puse a buscar Honda Motors y encontré allí cerca la agencia MASAKI, que era de autos pero igualmente, fui recibido muy atentamente por los recepcionistas del sector SERVICIO, quienes muy gentilmente me ayudaron a encontrar una agencia de motos para el service del Transalp. Asimismo me regalaron una guía de Lima, y lograron transmitirme mucha calides en su atencion y preocupacion
por ayudarme. Es muy reconfortante, recibir ese trato, y mucho mas, estando tan lejos de casa, en un pais extranjero.

MOSUKI, AGENCIA HONDA EN LIMA
                           Mas tarde, solo nos quedaba conseguir otro hotel, dado que las motos estarian listas casi a ultima hora. El guardia de seguridad de BMW, nos recomendo un hotel cercano muy economico y confortable. Tuvimos que conseguir un taxi para Claudio Hugo y el equipaje y nosotros los seguimos en las motos. Por cierto el taxi (como todos) era un Daewoo Tico, (pequeñisimo!!) el flaco iba todo encorvado, Hugo sin respirar y nosotros por atrás en las motos!!  Aun no sabiamos que lo mas gracioso del día nos esperaba...
                           Llegamos al Hotel.. un edificio de unos cinco pisos, ellos (Claudio y Hugo) ingresaron y luego nos hicieron señas que entremos con las motos al garage (inmenso, toda la planta baja del hotel). Bajamos el equipaje, y al subir a la habitación, descubrimos que tenian camas matrimoniales !! Nos habían dado cuatro habitaciones, pero... le consulto a Claudio por que no pidió, dos habitaciones dobles en vez de cuatro matrimoniales....?  La respuesta fue:   Todas son matrimoniales.... las setenta habitaciones del hotel, eran matrimoniales!!!!!  Si, era un hotel alojamiento!!
Eso es algo muy normal en el Peru, los hoteles alojamientos tambien reciben a pasajeros comunes...  Esa tarde, luego de una siesta, hicimos una recorrida por el centro. Con la ayuda de un policía motoquero encontré la agencia de motos Honda, pero estaban saturados de trabajo. Solo me podían hacer el service
al dia siguiente, pero como no era tan urgente... aun me faltaban algunos kilometros, decidi hacerlo en otra ciudad. Nos dedicamos entonces a buscar mapas para los GPS y comprar cubiertas. A la noche cena y a descansar. Dormimos muy bien, con aire acondicionado y el estomago lleno!

Al dia siguiente nos levantamos temprano,  y antes de salir del hotel, previo cambio de planes nuestro grupo se dividió. Hugo y Hector se irian hacia Machu Pichu y luego a  Bolivia;  Claudio y yo seguiriamos hacia el norte, hacia la frontera con Ecuador, buscando Colombia. Luego de los abrazos y las recomendaciones, arrancamos las motos y salimos nuevamente a la calle. A los cien metros, nos separamos girando hacia una autopista que nos sacaría de Lima por la salida norte. A los pocos segundos, y mirando por los retrovisores, los perdimos de vista. El transito de camiones era impresionante y el movimiento de personas, también. Luego de casi cuarenta minutos logramos salir de la ciudad, atravesando algunos barrios muy humildes, con las casas sobre las laderas de los montes, que se observaban casi imperceptibles, dado que son todas del mismo color, echas con adobe y techos de chapa que las hace resaltar en las laderas. A pesar de que había mucho transito, respetaron bastante las motos y salimos sin problema hacia la autopista. A sesenta km al norte, nos detuvimos a desayunar y luego continuaríamos hacia las famosas playas del norte de Peru, que tanto nos hablaban.. El echo de estar sin nuestros amigos, le dio otro tinte distinto al viaje. Debíamos estar mas atentos y tener otros cuidados; por lo que desde ese momento sentimos que, iniciábamos otro viaje distinto.
En el control policial de un peaje, al norte de Lima

      Nuestro siguiente destino era Mancora, una playa paradisíaca, según nos contaban todos, en donde podríamos descansar un poco, antes de llegar al Ecuador. Previo a ese destino, estaba la ciudad de Trujillo, que según las noticias, estaba considerada como la ciudad mas peligrosa del Perú.

en las puertas de Trujillo, al norte de Peru